Con motivo del Día Mundial del Diseño Gráfico, desde Etygraf queremos contarte cómo aplicamos el diseño gráfico en las etiquetas de vino y mostrarte algunos de los ejemplos en los que esta disciplina ha jugado un papel determinante en la elección del vino, en este caso, por parte del consumidor frente a sus competidores.
En la industria del vino, la competencia por la atención del consumidor es feroz. ¿Cómo destacar una botella entre la multitud y captar la atención del comprador? La respuesta: diseño gráfico.
En Etygraf, entendemos la importancia del diseño gráfico en las etiquetas de vino y la percepción que despierta en el consumidor, la etiqueta de un vino es la primera impresión que un consumidor tiene del producto. Y qué mejor ejemplo para ilustrarlo que la etiqueta del popular vino tinto «Caperucita Tinta», etiqueta que hemos impreso desde Etygraf y nos sirve como ejemplo en un caso de éxito.
Esta etiqueta presenta un diseño evocador y llamativo que invita a los compradores a detenerse y examinarla más de cerca. Los colores vibrantes, la tipografía elegante y la ilustración cautivadora se combinan para crear una experiencia visual que resuena con el público objetivo.
El diseño gráfico en las etiquetas de vino
Cada elemento del diseño gráfico cuenta una historia. Desde el nombre mismo del vino hasta los detalles más pequeños de la ilustración, cada aspecto contribuye a la narrativa visual que rodea al producto. En el caso de «Caperucita Tinta», la etiqueta transporta al espectador a un mundo de cuentos de hadas, despertando emociones y recuerdos que influyen en la decisión de compra. Además, conforme el espectador se acerca a la etiqueta se da cuenta que detrás caperucita se esconde el lobo. Un juego en acaba de llamar la atención final y determina en muchos casos la compra.
En un mercado saturado, la diferenciación es clave, y esa diferenciación de la que hablamos es la que consigue la etiqueta de “Caperucita tinta”, así pues, es el diseño gráfico el que permite que la botella se destaque entre la multitud, atrayendo la atención del consumidor y estableciendo una conexión emocional.
La etiqueta de «Caperucita Tinta» logra este objetivo al destacarse en el estante, asegurando que los compradores lo recuerden incluso después de abandonar la tienda. Queda claro que un diseño impactante puede hacer que un producto se destaque en un mercado saturado.
Es importante destacar que en el diseño gráfico no solo entran en juego la tipografía, colores y composición de la etiqueta, sino también la elección del papel en el que se imprime y los acabados finales: brillo, textura, opacidad …
En Etygraf tenemos al alcance de los diseñadores un gran abanico de acabados, tintas y métodos de impresión que hacen posible que el resultado sea acorde al que el diseñador espera, y por tanto, el éxito que se espera de la etiqueta sea tangible.
Nos enorgullece trabajar con clientes para crear etiquetas que no solo sean visualmente impresionantes, sino también efectivas en la atracción de clientes.