EL PROCESO DE CONFECCIÓN ES EL ÚLTIMO PROCESO DENTRO DE LA FABRICACIÓN DE ETIQUETAS.
Este proceso se hace siempre después de la impresión, acabado y troquelado de la etiqueta.
En el proceso de confección lo que se hace es coger las bobinas grandes de material, porque siempre se imprime en bobinas grandes para ser más productivo, y se hace en rollos pequeños, según las necesidades que tenga el cliente, es decir, se cumplen las especificaciones de etiquetado que después tendrá el cliente en su máquina automática. Ya sea para embotellado, para fruta… para cualquier cosa de alimentación.
El cliente siempre decide los bobinados interiores y exteriores y en qué dirección quiere que salgan las etiquetas para después poder etiquetar sus productos. Una vez hechos estos rollos, se hace un sistema de numeración para saber la trazabilidad de ese producto y se codifica para tener un control de calidad. Después de tener estas bobinas y tenerlas ya codificadas, se encajan y están ya preparadas para ser enviadas al cliente.
Como ya hemos explicado muchas veces, en Etygraf imprimimos valor gracias al gran equipo que hay detrás. Lo cierto es que la confección es un proceso automatizado, pero debe ser tan cuidadoso que no podría ser posible sin ayuda manual; El área de confección está compuesta íntegramente por mujeres que aportan valor a nuestro proceso, pues su minuciosidad hace posible que las etiquetas lleguen de forma óptima al cliente.