UNA EMPRESA MUY FAMILIAR Y TRADICIONAL EN SU ORIGEN, PERO CON MIRADA VANGUARDISTA EN SUS PROCESOS.
LA IMPORTANCIA DE LA MARCA
La diferenciación es lo que permite a una marca sobrevivir. La etiqueta contribuye de una manera directa y notable a la diferenciación del producto y por lo tanto a generar un valor añadido del mismo. En Etygraf tenemos una postura muy clara al respecto. Siempre hemos tenido muy presente que la primera venta, o la primera compra por parte del consumidor final de un determinado producto, viene en gran parte motivada por su packaging, por la apariencia con la que el consumidor percibe este producto. Esta apariencia en gran medida se la proporciona la etiqueta. La etiqueta asimismo, debe ser capaz de poder transmitir al consumidor, posible comprador de ese producto, la esencia de ese producto.
Posteriormente el consumidor final, si al comprar el producto tiene una buena impresión del mismo, posiblemente repita la compra porque ya se ha familiarizado con el producto.
LAS PERSONAS, LA GRAN BAZA DE ETYGRAF
En Etygraf no solo tenemos una maquinaria que brinda total precisión, también contamos con un equipo humano responsable de todas las etiquetas que salen de la fábrica. En Etygraf se da una importancia muy grande a la gestión de los recursos humanos de la empresa. Entendemos que el mayor potencial de nuestra empresa reside en el capital humano del que disponemos. Tenemos un de formación perfectamente organizado por los coordinadores y responsables de departamentos en el que se especifica claramente una serie de sesiones mensuales con cada uno de los gaps o células de trabajo dentro de la estructura de Etygraf, tanto en el departamento de producción como en el de preimpresión, como en el departamento administrativo y comercial.
Fruto de estas sesiones de formación, se genera un proceso de mejora continua en el que cada uno de los miembros de la empresa, desde el eslabón más bajo hasta el responsable de un determinado departamento, se ven perfectamente involucrados y tenidos en cuenta. Lógicamente, un empleado se va a sentir mucho más motivadocuando se le pregunte y se le reclame la aportación de mejoras en su puesto de trabajo, en su proceso productivo. ¿Y por qué lo hacemos así? Pues por una sencilla razón. Muchas veces los directivos caemos en la tentación de querer imponer nuestras ideas, nuestros procedimientos, nuestras maneras de trabajar… en todos y cada uno de los puestos de nuestra empresa.