“Sugerir su historia en un batir de pestañas”. Este es el guion que una etiqueta de vino sabe que debe protagonizar, así lo afirma David Baldoví, responsable de Marketing y Comunicación de Etygraf para la revista Mi Vino.

¿Te has planteado cuánto tiempo tardamos en escoger un vino u otro entre varias opciones? Segundos, ni más ni menos que tomamos un tiempo de decisión de 2,7 segundos. “La etiqueta es una de las partes más importantes del envase, ese vendedor silencioso que se convertirá en el punto de contacto del consumidor con nuestro producto. Todo lo que esté transmitiendo ese envase –más allá de la parte técnica (forma de la botella, etiqueta, etc.)–: los colores, el naming… te está haciendo tomar una decisión u otra en menos de tres segundos», señala Baldoví.
Un instante, un tiempo muy valioso cuyo resultado final está condicionado por una imagen, la que viste a la botella de vino, y la etiqueta es más que protagonista, auque «la imagen es lo que te ayuda realmente a diferenciarte de los demás y tiene que ser coherente con lo que vendes», sentencia Baldoví.
Os dejamos con la entrevista completa, aquí: El vestido del vino